En el tiempo que se demora un fósforo en hacer contacto con el oxigeno del aire y comenzar a incendiarse. Nuestro mundo fue visitado por pequeños seres de otro planeta. Se insertaron en nuestra sociedad y ahora es casi imposible diferenciarlos de los demás seres vivos. Aún así creo haber visto uno el otro día en la mañana, cuando entre jugo de naranja y cereales con leche, uno flotaba en mi tazón, adheriéndose ha la pequeña esfera de cereal como si fuera un flotador. Se desplazaba chapoteando en la leche como si se divirtiera en una piscina. Asombrado y estupefacto, no pude hacer nada más que mirarlo embelesado o quizás pasmado sea la palabra que describa mejor mi actitud, pero es que no todos los días ves un extraterrestre en el bol del cereal. Aún así decidí no alarmarme y no hacer noticia publica del asunto, después lo acusan a uno de alarmista. Pero la cosa no paro ahí, cierto día me levante algo apurado para ir a mi trabajo, y cuando me disponía ha cepillarme los dientes como buen cristiano, vi a dos comiéndose la pasta de dientes ¿Puede usted creerlo?, esas pequeñas alimañitas se comían mi pasta mentolada como si fuese el manjar mas sabroso del mundo. Pero no hasta hace dos días atrás que decidí tomar cartas en el asunto, cuando el domingo me disponía a leer el diario como buen hombre respetable que paga sus impuestos y tiene un trabajo digno, que los vi robarse a mi perro. Sí, mi querido Pantuflitas, había sido amordazado y era cargado por 6 de esos duendecillos. ¿Usted no cree que invadir ese sagrado momento que es leer el diario los domingos, no es para quejarse?, es por eso que hago pública mi queja, y espero que el gobierno haga algo, porque sinceramente creo que se están masificando, y para serle franco, he visto uno mirarme con odio, y eso me tiene los pelos de punta, usted no sabe que podría ser capaces de hacer, si es que ya se llevaron a mi perro. Ademas tome en cuenta que caben hasta en el agujero de una oreja.
El resto lo dejo a su juicio.
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