miércoles, junio 16, 2010

Invierno


Las suelas de las zapatillas se han gastado.

Me he desplazado a un extractó de la historia

Cuyo tiempo no recuerdo.

Solo e inerte

Me deshojaré cual libro acosado por el viento

Y los ecos fúnebres de una muerte misericordiosa

No sonaran por los rincones vacíos

De mis calles interiores.

Lejos ha quedado el sol

Oculto tras las nubes

El viento termino por

Devorar hasta la última casa

Que nos quedaba en este mundo

De letras y fotografías

¿Cual es el propósito del fuego?

Recordar que estamos solos

Acosados por

Nuestros sueños

Papá y mamá Mentían

Es solo cuando niño

Cuando uno vive

Luego de eso

Creces

Y solo

Sobrevives

domingo, junio 06, 2010

Quemaron los cromos de tu alma.


Entre las luces de neón.
Me besaste con gusto a marihuana.
Éramos dos personas en el camino
Esperando la bomba caer.
Me dijiste que el tiempo se detendría
Y que querías recordar este último momento
Nada más
Yo te confesé haber muerto cuando te vi.
Que por eso me habías gustado.
Porque me recordabas lo que nunca seré.
Tú lloraste.
Dijiste que tu vida se había ido al carajo hace mucho tiempo.
Que habías pensado en suicidarte mucho antes.
De que el tiempo nos reuniera en aquel carrete.
Y que tus pasos te conducían a saltar por las azoteas de tus sueños.
Hasta que aparecí.
Con ese aliento a ron cola.
Con un vaso en la mano.
Dijiste que te había cargado.
Que era un hueón jote.
Pero me conociste.
Cantamos.
Y te tomé la mano.
Todo pareció convertirse entonces
En una vieja postal de esas que ya nadie compra.
Y mientras ahí parados en la vereda llorábamos esperando la bomba.
Te confesé que te amaba.

viernes, junio 04, 2010

Hay sangre en el lavamanos


Hay sangre en el lavamanos y hedor a ausencia en la casa.

Hay sangre en el lavamanos y tres navajas solitarias llorando sangre.

Hay sangre en el lavamanos y dos copas de vino servidas en la mesa.

Hay sangre en el lavamanos y el madero en el fuego.

Hay sangre en el lavamanos y en tu pecho un universo.

Hay sangre en el lavamanos y el espejo roto como tus últimos pasos.

Hay sangre en el lavamanos y un eclesiástico drogado.

Hay fuego en el lavamanos y una cruz solitaria a la que cristo dejo.

Hay sangre en el lavamanos y todo un país entre tus labios.

Ha sangre en el lavamanos y yo no me he cortado.

Hay sangre en el lavamanos y una sopa que se enfría en la cocina.

Hay Sangre en el lavamanos y dios nos espía.

Hay sangre en el lavamanos y todos mis escritos se han mojado.

Hay sangre en el lavamanos y ya nos vamos.

Hay fuego en el lavamanos y al diablo lo han culpado.

Hay sangre en el lavamanos recordando a los olvidados.

Hay sangre en el lavamanos y la tinta del lápiz se ha enamorado.

Hay sangre en el lavamanos y los demonios se han arrancado.

Hay sangre en el lavamanos y en tus ojos un continente.

Hay sangre en el lavamanos y yo ya lo he limpiado.

Que divertidas mis pastillas


Tengo un montón de pastillas

Todas muy coloridas

Todas muy divertidas

Si las tomas todas.

Soñarías.

Y al diablo enamorarías.

Tengo un montón de pastillas.

Que si te las tomaras yo moriría.

Pero son tan divertidas.

Que quizás contigo las compartiría.

Y en la tumba

Te amaría

Junto los dos

Los gusanos nos roerían

Y ya no existiría.

Problemas ni pastillas.

Solo sepulcral alegría.

jueves, junio 03, 2010

Estoy perdido entre un trozo de tu alma y mis sueños.


El tiempo se paro cuando disparaste con odio tu última bala

Asesinando a todos lo imaginarios que dormían en tu pelo.

Me arranque las uñas y rasgue con furia tus sueños hasta que de ellos solo quedo hueso.

Estoy cansado de llorar sobre el cuerpo de los Ángeles que asesine.

Pero Morrison no deja de mirarme inquietante colgado en la pared.

Si tan solo pudieras quererme en la fractalidad de una lagrima.

Desde mi ventana veo un perro lamiendo los ojos de un ciego bajo la lluvia.

No me apena, pero si me conmueve

Terremotea mi alma

Y mientras yo te escribo

Tú te pierdes

Como quien deja ir las volutas de un cigarro.

Yo me bañare en la sangre de tus venas.

Invocando al viejo lucifer.

Quien cansado y triste me ofrecerá un trago.

No con aires de hacer daño, si no más bien.

Para tener a alguien con quien beber.

Pues de todos los corazones olvidados por dios.

A él ya ni lo recuerda.



Podría ser la melodía de una canción de Curtis

Atarme la soga al cuello y saltar

¿Se han incendiado todos los corazones rotos de la ciudad?

A veces tan solo me gustaría registrar todo con mi cámara

Serias tú, yo y el celuloide

Nuestro pequeño secreto cinematográfico

Es hermoso.

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