Encerrado, en mi pieza , un cuarto de dos por dos, humedo y Desordenado. Me encerraba a extrañar Extrañar pasajes de un ayer fortuito Extrañar viejas canciones y sensaciones. Que angustiantes son los recuerdos. Porque entre más se alejan del acontecimiento, más Hermosos los recuerdas Pero porque tanta mierda. ¿De que mierda me hablabas? Es esa superficialidad la que me enfadaba
Entre las luces de neón. Me besaste con gusto a marihuana. Éramos dos personas en el camino Esperando la bomba caer. Me dijiste que el tiempo se detendría Y que querías recordar este último momento Nada más Yo te confesé haber muerto cuando te vi. Que por eso me habías gustado. Porque me recordabas lo que nunca seré. Tú lloraste. Dijiste que tu vida se había ido al carajo hace mucho tiempo. Que habías pensado en suicidarte mucho antes. De que el tiempo nos reuniera en aquel carrete. Y que tus pasos te conducían a saltar por las azoteas de tus sueños. Hasta que aparecí. Con ese aliento a ron cola. Con un vaso en la mano. Dijiste que te había cargado. Que era un hueón jote. Pero me conociste. Cantamos. Y te tomé la mano. Todo pareció convertirse entonces En una vieja postal de esas que ya nadie compra. Y mientras ahí parados en la vereda llorábamos esperando la bomba. Te confesé que te amaba.
Siento que mi humanidad se hunde. Cierro los ojos y la oscuridad sepulcral se extiende como un manto Aquello en lo que alguna vez creí se ha vuelto otra realidad Mis pasos me han conducido al despojo y el egoísmo. Piedad Ese el nombre de la ausencia. Vuela alto Vuela como aquel cuervo que alguna vez vi. El idiota El idiota canta El idiota canta porque su voz encanta Se han suicidado todos los Ángeles en el abismo Dios me quito la inocencia cuando me regalo la racionalidad. Y yo salto Yo caigo En la abstracción misma de la carne. Ya no hay materia Se ha destruido. Hemos mutado hacia rincones vagos de recuerdos asfixiados. Yo me sentare a ver la última bomba caer Y cuando eso pase La esperare con una sonrisa. Reiré Pues soy el último condenado ¿Y tú? ¿Donde guardaras tus lágrimas? Te regalo un vertedero Donde poder enterrarme. Rasga, corta, muerde Vive y encanta.
Saltaste del noveno Sin mirar atrás Dejando el veneno De que ya no estás. Ya no puedo estar sereno Voy a dar el gas Hornearme como pan centeno Alcanzarte donde vas. Ya no seré ajeno Allá donde tu estás.
¿Puedes escuchar el llanto de un dios? Loco sentado en un rincón Acosados por voces que salen dentro de él Cantan los coros celestiales. ¿Puedes oir como la locura lo carcome en las penumbras de su soledad? Dime donde estaras cuando el último dios caiga. Donde miraran tus labios en los días polvorientos de una ciudad sin ley. Yo he visto morir a los dioses en las arenas. ¿Realmente puedes oirlo? Es que ya no le queda nada…nada más que un montón de viejas películas que ver.