lunes, mayo 17, 2010

“El sueño del condenado”


Siento que mi humanidad se hunde.
Cierro los ojos y la oscuridad sepulcral se extiende como un manto
Aquello en lo que alguna vez creí se ha vuelto otra realidad
Mis pasos me han conducido al despojo y el egoísmo.
Piedad
Ese el nombre de la ausencia.
Vuela alto
Vuela como aquel cuervo que alguna vez vi.
El idiota
El idiota canta
El idiota canta porque su voz encanta
Se han suicidado todos los Ángeles en el abismo
Dios me quito la inocencia cuando me regalo la racionalidad.
Y yo salto
Yo caigo
En la abstracción misma de la carne.
Ya no hay materia
Se ha destruido.
Hemos mutado hacia rincones vagos de recuerdos asfixiados.
Yo me sentare a ver la última bomba caer
Y cuando eso pase
La esperare con una sonrisa.
Reiré
Pues soy el último condenado
¿Y tú?
¿Donde guardaras tus lágrimas?
Te regalo un vertedero
Donde poder enterrarme.
Rasga, corta, muerde
Vive y encanta.

miércoles, mayo 12, 2010

Lo que debes recordar

Cuando todo el ruido se detenga y no puedas escuchar más que el sonido de tu respiración

Cuando las calles estén completamente vacías y las almas de los transeúntes sean nada más que un recuerdo.

Cuando el último haz de luz se pose sobre tu ventana recordándote que ya no estoy

Y tus lágrimas se conviertan en pétalos de flores que bajan por tu rostro hasta clavarse en tu pecho.

Cuando el ultimo soplo de agonía del tiempo nos recuerde todo aquello que alguna vez pensamos hacer.

Cuando tus pasos te lleven a saltar por las azoteas cada vez que te vayas a dormir.

Cuando las muerte te regale un beso en cada sueño

Cuando el frío de invierno se cuele por entre tu bufanda y tus labios ya no tengan el calor de los míos

Cuando el último de los soñadores caiga dormido por el sueño amargo de la soledad.

Cuando los recuerdos comiencen a olvidarse y las voces dejen de repetir que me querías

Recuerda

Y solo entonces

Que siempre te ame.

miércoles, mayo 05, 2010

Los altos y bajos.


Tengo en el pecho un agujero

Tan lleno como un vertedero

Tan vació como la ausencia

Cada día vengo a morir a mi pieza

Entre cuatro paredes me desangro

He vomitado mis viseras

Se ha podrido mi herida de angustia

Pero aun tengo que pagar

Con frustración y llanto

Con rabia he impotencia

Mira mi rostro

He cambiado

Ya no soy lo que solías romper

Estoy completamente desecho

He saltado en el pozo solo

Y desde el abismo miro lo que alguna vez tuvimos

Soy el ángel caído que añora un trozo del perdón divino

Pero ya es tarde para olvidar

La muerte es demasiado buena amante como para abandonarla

Beberé la cicuta de tus recuerdos

Y agonizare tus besos

Denme las pastillas

Quiero ser feliz

Tan feliz como un par de mg de Trazodona

Tan ausente como el Citalopram

Mírame

He vuelto

Soy feliz.

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