Gula.

Hoy bebí del café más negro...

Amargo como otros, adictivo como ninguno.

Bebí para poder asfixiarme.

Bebí hasta cansarme.

La ponzoña caí de la taza, y se abalanzaba como un rió
putrefacto sobre mi pecho. Cuanto quemaba al caer!!!...cubriendo como un manto
mi cuerpo, formando pústulas en mi piel, impregnando su olor a la fuerza en mi
huesos. Dejando heridas que yo disfrutaba.

Decidí beber entonces un poco más...

Bebí queriendo beberte... Elixir de los dioses.

Bebí queriendo poseerte....Manjar nauseabundo.

Bebí queriendo robar un poco de tu alma en cada sorbo...para
guardar tu esencia en mi.

Bebí queriendo devorarte el corazón en un
suspiro...arrancarte la vida

Bebí hasta que el beber se convirtió en una obsesión...

Y en la ultima gota negra...me bebí a mi mismo.

Luego de eso, la taza cayo al suelo, y en un carnaval de
ruido , se hizo añicos .

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Pienso que este se gano su puesto en este lugar....

Onírico canto I

Despertó algo ajetreado, como si hubiese tenido una
pesadilla, la cabeza le deba vueltas, y los oídos le zumbaban. El tipo con la
cabeza de oso, lo esperaba en una silla al lado del sillón.
Al ver que
despertaba se apresuro a decirle en una gran sonrisa
- hola campeón, como
estamos para lo de esta noche? Quien quiere jugar a ser dios otra vez?
-ja,
fue lo único que pudo responder. Luego miro algo somnoliento a su alrededor,
como buscando algo, pero no encontró nada extraño, todo estaba igual como la
ultima vez. Cuatro blancas paredes, y en medio de una de ellas, un ojo abierto,
que lo observaba, la alfombra seguía tan gris como siempre, y su sillón rojo, no
tenia nada raro, salvo unas pequeñas marcas de humedad, provocadas por su propia
baba al dormir.
Vamos chico, levántate -dijo el tipo con la cabeza de oso-
es hora de ir por el elixir, mira que esta noche la quiero pasar en grande.
-Esta bien- se levanto y estiro un poco el cuerpo, luego doblo la manta que
lo cubría, y la dejo sobre el sillón. Tomo su chaqueta, que estaba a los pies
del sillón. y metió las manos en los bolsillos
-Piensas quedarte ahí
mirándome como marica todo el rato?- le pregunto al tipo de la cabeza de oso.
Este soltó una carcajada, y se puso en camino hacia la puerta.
-Tienes
el dinero no?
Claro...pero a que no imaginas como lo obtuve
-Creo que
el párroco algún día te arrancara las bolas...ya en marcha!!!
Si que eres
bueno en esto de las adivinanzas, dijo el tipo de la cabeza de oso al salir por
la puerta.
Crack -sonó la puerta al cerrarse- y la habitación quedo sola de
nuevo...
El ojo solo parpadeo.